Entradas

Mostrando entradas de 2008

entregalos por despojo

Imagen
"Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de menosprecio, y vuelve el oprobio de ellos sobre su cabeza, y entregalos por despojo en la tierra de su cautiverio. No cubras su iniquidad, ni su pecado sea borrado delante de ti, porque se airaron contra los que edificaban." Nehemías 4, 4-5 Señor, como aquellas familias que estaban con Nehemías sufriendo el acoso de sus enemigos, también nosotros hoy nos enfrentamos al mal. Nos enfrentamos con valentía a pesar de que a menudo a nuestros enemigos le pueda dar la impresión que el resultado es patético. Lo hacemos sin recursos quizás. Sin recursos materiales o técnicos no precisamente porque tu no hayas tenido cuidado de nosotros sino precisamente por que lo has tenido: porque no has dejado el pecado sin castigo, ni a lo malo has llamado bueno. Empobrecidos hasta el punto de que podemos reconocer sin lugar a dudas que sólo tú tienes cuidado de nosotros. "Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían; pues eran más fue

la ciudad de los sepulcros de nuestros padres

Imagen
. (Nehemías 2,5) Énjuga nuestras lágrimas amado Padre, ábrenos las puertas de tu ciudad, y que sean llenas las moradas que fuiste a preparar. Que las habiten las almas de tus hijos que sufrimos esperando poder reunirnos contigo, que podamos volver, como quería volver Nehemías, a la ciudad de los sepulcros de nuestros padres y vivir, Padre, para siempre bajo el calor de tu abrazo.

porque yo servía de copero al rey

Imagen
Señor sé que tienes junto a ti seres magníficos que te sirven de día y de noche. Creo que si pudiese verles me sentiría un ser despreciable. En realidad, aunque me molesta, me cuesta imaginarlos sin enormes alas blancas e iluminadas. Preferiría no imaginarles con niguna forma y dejarme sorprender. En tu Palabra he conocido también un tipo muy distinto de siervo, como lo era Nehemías, que según él mismo contó ocupaba sus días sirviendo a un extraño monarca pagano, probando bebidas potencialmente venenosas. ¡Señor qué otros trabajos no harían otros deportados como Daniel, Hananías, Azarías y Misael!. En esa fecha había Nehemías adquirido cierta confianza de Artajerjes sin duda por la calidad y la fidelidad que demostraba en su trabajo. Tenía una posición conseguida a pulso que puedo imaginar había aprendido de tu ley y hacía como sacrificio y alabanza a ti. Y sin embargo, aquel día, después de cuatro meses orando y meditando el asunto en su interior, horrorizado por el estado en el que s

delante de aquel varón

Imagen
"Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón." (Nehemías 1,11) Sorprende Señor el poco protagonismo que le da tu Palabra a los personajes importantes de la historia como éste rey del gran imperio Persa. Aún los asnos son mencionados hasta doce veces más a menudo que "aquel varón", como lo llama Nehemías en su oración, que tanto bien hizo a tu pueblo por tu voluntad. ¡Qué diferente trato le das tú a la gente importante!, ¡y qué diferente también tu trato al que a menudo se le da a la gente importante en nuestras iglesias!. No le ocurría así a Nehemías que sabía que Artajerjes no era más que una criatura bajo tu dominio, débil en su gobierno y con temor hasta de los que servían en su corte. Nehemías tuvo una idea y trazó un plan. El objetivo de Nehemías era "reverenciar tu nombre" y por

contra ti

Imagen
"confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti" (Nehemías 1, 6) Creo que entiendo bien que le dieses a tu pueblo el nombre de "El que lucha con Dios". Cuando viste a Jacob luchando en Peniel quizá pensaste que aquello que caracterizaba a Jacob también nos caracterizaría a nosotros, tu pueblo. Nehemías, en su oración, no podía dejar de verse también en esa posición: en contra, "en extremo nos hemos corrompido contra ti" -oraba él. Sabes que a mi a veces me da la desoladora impresión de que no he hecho otra cosa más que pelear, Señor, si es necesario con el aire mismo, como Jacob, que peleaba hasta con su hermano en el vientre de su madre, contra tí, contra todo. Me gustaría pensar que en mi lucha, descerebrada a veces, como en la lucha que tuvo Jacob o Nehemías, realmente no pierda yo. El mismo Jacob sabía que haber perdido en esa situación, cara a cara contigo, habría significado su muerte. Confío Señor, amado Padre, que hagas

su extraña obra

Imagen
"que guarda el pacto y la misericordia" (Nehemías 1,5) Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guardas el pacto y la misericordia a los que te aman y guardan tus mandamientos, que no apartes tu mirada de nosotros en estos momentos. Señor como Nehemías, de nuevo vuelvo -sin haberlo buscado- a aquellas palabras tuyas que me recuerdan tu inmutabilidad y la conveniencia de ella: "Porque yo Jehová no cambio, hijos de Jacob, por eso no habéis sido consumidos". Ante la ligereza con la que hacemos los cambios nosotros, Señor, tú permaneces para siempre. Señor, Padre, no cambias en tu pacto, pero tampoco en misericordia. Alabado seas, pues siendo el más fuerte, grande y temible de todos los seres -aun mayor que cualquiera de los monstruos imaginados por la mente humana- no olvidas tampoco tu misericordia. Como la roca sirve a los naufragos de refugio en la tormenta así nos sostienes a nosotros, pequeños infieles y déspotas, que buscamos tu rost

¿te alabarán los muertos?

Imagen
"si vosotros pecareis" (Nehemías 1, 8) Y Señor, ¡cómo sabías que ibamos a pecar!. ¿Acaso podía ser de otra forma? No, no podía, ¡ibamos a pecar seguro!. Aunque quizá sí pensaste que podía ser en ¿mayor o menor "grado"?. Quizá era eso, pensaste que no ibamos a pecar tanto. De cualquier forma el castigo que habías anunciado a la desobediencia era duro, como indica aquello que recordaba Nehemías de "Y comeréis la carne de vuestros hijos, y comeréis la carne de vuestras hijas". Y cumpliste tu Palabra, Señor, al fin y al cabo es lo que nos hace seguirte, que tienes palabras de vida eterna. Lo sabemos por el autor de Lamentaciones, cuando dice por ejemplo: "Mira oh Jehová y considera a quien has hecho así. ¿Han de comer las mujeres el fruto de sus entrañas, los pequeñitos a su tierno cuidado?". Señor, tus profetas decían que tu pueblo había acabado creyendo que tú nunca traerías ese castigo. Lo conocían, lo aprendían de memoria desde pequeños, pero no

algo realmente nuevo

Imagen
"como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob" (Deuteronomio 29,13) Señor ante la desesperación a menudo nos engañamos a nosotros mismos pensando que lo que necesitamos es algo nuevo, algo realmente nuevo que no han descubierto aun los otros, cuando lo que realmente necesitamos es volver a lo que desde el principio nos dijiste. Esta mañana he visto que no le ocurrió eso a Nehemías, que al oir el lamentable estado de tu pueblo, después de llorar amárgamente, invocó tu promesa con aquellas palabras de "Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés". Sabemos que se refería a la última parte de Deuteronomío, a la ley, a la única revelación escrita hasta esa fecha. Y también sabemos que aún podía volver más en el tiempo hablando conforme a "como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob" (Dt 29,13). Gracias Señor porque no juegas con tu pueblo haciéndole creer que la respuesta está en lo que aun no conocemos, que le respuesta no está en el viento, que

podemos colgarlos de la pared como adornos

Imagen
"Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por alguos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos" (Nehemías 1, 4) ¿Cómo puedo explicar Señor a alguien que no cree en ti el significado del nombre Joel?. ¿"Jehová es Dios"?. ¿No entenderá acaso "Jehová es un dios"?, ¿y no es eso una redundancia como decir "lo circular es redondo"?. Hay tantos dioses que uno más no puede ser más que eso ¿no?, "uno más". Yo sé que tú, sin embargo, para tus hijos has sido el ÚNICO, el de verdad, el de los cielos como decía Nehemías. "Oré delante del Dios de los cielos". Los demás dioses están aquí con nosotros, están hechos a nuestra medida, los hemos creado nosotros, podemos colgarlos de la pared como adornos y hacerlos conservar en museos durante miles de años. Ayudan social y neurológicamente pero no pueden abrir el mar para que pasemos, ni salvar nuestro espíritu del polvo que cubrirá nuestros cuerpos para siempre. Por eso

abiertos tus ojos para oir

Imagen
"Abiertos tus ojos para oir" (Nehemías 1,5-11) Señor me acuerdo cuando Nehemías clamó a tí desde el exilio. Me acuerdo que no lo hizo con rencor, como podrían haberlo hecho muchos en aquella lamentable situación y creo que aun hoy lo seguimos haciendo a menudo en nuestras particulares tribulaciones, sino pidiéndote perdón. Permíteme a mi también acercarme a tí hoy con esa actitud en la que tú ocupas el lugar de Salvador y yo de salvado. Permíteme disfrutar de tus promesas tal y como tú lo has planeado Padre, en el nombre de tu amado hijo Jesús: "Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. En

introducción

Imagen
"A ti, oh Jehová, levantaré mi alma" (Salmo 25,1) Señor me gustaría bautizar este blog recordando aquella mujer con nombre de demonio a la que también salvaste tú, a aquella mujer que ha sido motivo de vergüenza aun para muchos creyentes a lo largo de los siglos, a pesar de que la elegiste precisamente a ella -una prostituta pagana- para que formase parte de tu linaje. Al verte amándola a ella no puedo dejar de maravillarme. Si hubieses escuchado la opinión de los teólogos y políticos más respetables seguramente no habrías permitido que un nombre así estubiese tan relacionado con tu imagen. Pero tú no eres como ellos. A ti te guía la justicia y el amor verdaderos. Lo hiciste sin oirles a ellos. ¿Querrás amarme también a mi como lo hiciste con ella?.