Entradas

Mostrando entradas de junio, 2010

Salmo 88

Imagen
Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti. Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor. Porque mi alma está hastiada de males, Y mi vida cercana al Seol. Soy contado entre los que descienden al sepulcro; Soy como hombre sin fuerza, Abandonado entre los muertos, Como los pasados a espada que yacen en el sepulcro, De quienes no te acuerdas ya, Y que fueron arrebatados de tu mano. Me has puesto en el hoyo profundo, En tinieblas, en lugares profundos. Sobre mí reposa tu ira, Y me has afligido con todas tus ondas. Selah Has alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir. Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; Te he llamado, oh Jehová, cada día; He extendido a ti mis manos. ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? Selah ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, O tu verdad en el Abadón? ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas, Y

Daniel 9,4-19

Imagen
Señor, Dios grande y terrible, que cumples tu pacto de fidelidad con los que te aman y obedecen tus mandamientos: Hemos pecado y hecho lo malo; hemos sido malvados y rebeldes; nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus leyes. No hemos prestado atención a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes y príncipes, a nuestros antepasados y a todos los habitantes de la tierra. Tú, Señor, eres justo. Nosotros, en cambio, somos motivo de vergüenza en este día; nosotros, pueblo de Judá, habitantes de Jerusalén y de todo Israel, tanto los que vivimos cerca como los que se hallan lejos, en todos los países por los que nos has dispersado por haberte sido infieles. Señor, tanto nosotros como nuestros reyes y príncipes, y nuestros antepasados, somos motivo de vergüenza por haber pecado contra ti. Pero aun cuando nos hemos rebelado contra ti, tú, Señor nuestro, eres un Dios compasivo y perdonador. Señor y Dios nuestro, no hemos obedecido ni seguido tus leyes, las cuales