Entradas

Mostrando entradas de 2010

fiel

Imagen
"Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho" (2 Crónicas 20, 25) Oh Padre amable, ¡gracias por todo lo que has hecho conmigo! Como aquel día que entregaste a tu pueblo tan abundante botín que ni siquiera podía llevarlo así tú, en tiempos de crisis, me has dado tantos trabajos cerca de nuestra preciosa Érika que no he podido aceptarlos todos. Ciertamente disfruto leyendo sobre tu carácter generoso, tan opuesto a mi miserable egoísmo, leyendo que mi copa está "rebosando" y que cuando multiplicas el pan siempre sobra una parte. Has hecho que en todo momento me sienta acompañado por ti, no sólo en los malos momentos, sino también en el momento de la victoria. ¡Gracias porque no eres como nosotros y permaneces fiel! Gracias también por el testimonio de tu Palabra,

Salmo 31

Imagen
En ti, Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás. ¡Líbrame en tu justicia! Inclina a mí tu oído, líbrame pronto. ¡Sé tú mi roca fuerte y la fortaleza para salvarme! Tú eres mi roca y mi castillo; por tu nombre me guiarás y me encaminarás. ¡Sácame de la red que me han tendido, pues tú eres mi refugio! En tu mano encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, Jehová, Dios de verdad. Aborrezco a los que esperan en ídolos vanos; mas yo en Jehová he esperado. Me gozaré y alegraré en tu misericordia, porque has visto mi aflicción, has conocido las angustias de mi alma. No me entregaste en manos del enemigo; pusiste mis pies en lugar espacioso. Ten misericordia de mí, Jehová, porque estoy en angustia; se han consumido de tristeza mis ojos, también mi alma y mi cuerpo. Mi vida se va gastando de dolor y mis años de suspirar; ¡se agotan mis fuerzas a causa de mi maldad y mis huesos se consumen! De todos mis enemigos soy objetode oprobio, y de mis vecinos mucho más; soy el horror de mis conoci

lo queremos todo

Imagen
Señor, mi Dios, envuelto en la angustia que producen mis crisis familiares y económicas -Padre, sabes cuánto echo de menos a Érika-, oyendo otra vez las palabras que tu hijo Jesús habló cuando estuvo con nosotros, he vuelto a sorprenderme de la confusión de mi mente, de lo distinta que es siempre mi apreciación de la realidad, al juicio que haces tú de ella. Padre, al volver a descubrir cómo son precisamente los desheredados, extranjeros y pobres aquellos que son bendecidos por ti, Señor, no puedo dejar de recordar también que tu mismo hijo no tuvo dónde recostar su cabeza, ni tampoco una gran familia a su alrededor que le consolase a parte de a ti su Padre, que estabas en los cielos. Estoy seguro de que tenerle lejos a él tampoco fue fácil para ti. Y Señor, que también eres Padre mío por tu misericordia, necesito pedirte perdón por menospreciar lo que me has dado, porque lo que tengo inevitablemente lo tengo porque tú así lo has querido, y debe ser eso precisamente lo que necesito se

buscar lo sublime

El otro día un amigo que sabía dónde había estado minutos antes me preguntó: "¿Te lo has pasado bien en la iglesia?. Durante unos segundos pasaron por mi mente cientos de fotografías que mi amigo podía identificar como apropiadas para pasarlo bien, con música, sexo y drogas, y definitivamente ninguna encajaba con lo que yo había vivido en la iglesia. No tengo experiencias con Dios equivalentes a las que mi amigo tiene con sus entretenimientos. No sé si hice bien pero le comenté a mi querido amigo que conozco iglesias donde la gente se lo pasa "bien", buscando esa equivalencia, pero que no están hechas para mi. Yo he buscado una que se parezca más a la triste sala de espera que es mi vida. La iglesia a la que voy en Sevilla está llena de fracasados como yo que esperan la redención. Me acuerdo de la parábola de Jesús sobre las 10 vírgenes y comprendo otra vez que nadie en su sano juicio debería buscar en Dios la diversión pudiendo buscar lo sublime.

Salmo 88

Imagen
Oh Jehová, Dios de mi salvación, Día y noche clamo delante de ti. Llegue mi oración a tu presencia; Inclina tu oído a mi clamor. Porque mi alma está hastiada de males, Y mi vida cercana al Seol. Soy contado entre los que descienden al sepulcro; Soy como hombre sin fuerza, Abandonado entre los muertos, Como los pasados a espada que yacen en el sepulcro, De quienes no te acuerdas ya, Y que fueron arrebatados de tu mano. Me has puesto en el hoyo profundo, En tinieblas, en lugares profundos. Sobre mí reposa tu ira, Y me has afligido con todas tus ondas. Selah Has alejado de mí mis conocidos; Me has puesto por abominación a ellos; Encerrado estoy, y no puedo salir. Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; Te he llamado, oh Jehová, cada día; He extendido a ti mis manos. ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? Selah ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia, O tu verdad en el Abadón? ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas, Y

Daniel 9,4-19

Imagen
Señor, Dios grande y terrible, que cumples tu pacto de fidelidad con los que te aman y obedecen tus mandamientos: Hemos pecado y hecho lo malo; hemos sido malvados y rebeldes; nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus leyes. No hemos prestado atención a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes y príncipes, a nuestros antepasados y a todos los habitantes de la tierra. Tú, Señor, eres justo. Nosotros, en cambio, somos motivo de vergüenza en este día; nosotros, pueblo de Judá, habitantes de Jerusalén y de todo Israel, tanto los que vivimos cerca como los que se hallan lejos, en todos los países por los que nos has dispersado por haberte sido infieles. Señor, tanto nosotros como nuestros reyes y príncipes, y nuestros antepasados, somos motivo de vergüenza por haber pecado contra ti. Pero aun cuando nos hemos rebelado contra ti, tú, Señor nuestro, eres un Dios compasivo y perdonador. Señor y Dios nuestro, no hemos obedecido ni seguido tus leyes, las cuales

liberación

Imagen
Querido padre. Ya sabes cuánto he recordado esta semana la historia de tu pueblo Israel en Egipto y cómo eso me ha ayudado a entender tu misericordia y tu amor también por mi. Me gustaría que me corrigieses si pienso equivocadamente que tu pueblo, a semejanza de lo que habitualmente me pasa a mi, incluso antes de entrar en el desierto esperaba un tipo de liberación muy distinta a la que finalmente tuvo. Una liberación que no les obligase a dejar la seguridad de lo que ya tenían en Egipto, que no les obligase a adentrarse en lo desconocido, una liberación exenta de riesgos e incomodidades. Señor, ¡qué triste es verse aferrado a cuatro arapos al recibir la vista!. Es fácil engañarse pensando que hacia adelante sólo se puede ir llendo hacia lo que nosostros creemos que está adelante como si realmente supiésemos orientarnos, como si el suelo mismo no se mutase constantemente. Padre, pasado ya el día donde se celebra la paternidad, quiero darte las gracias por haberte acordado de mi, por ha