podemos colgarlos de la pared como adornos



"Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por alguos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos" (Nehemías 1, 4)

¿Cómo puedo explicar Señor a alguien que no cree en ti el significado del nombre Joel?. ¿"Jehová es Dios"?. ¿No entenderá acaso "Jehová es un dios"?, ¿y no es eso una redundancia como decir "lo circular es redondo"?. Hay tantos dioses que uno más no puede ser más que eso ¿no?, "uno más". Yo sé que tú, sin embargo, para tus hijos has sido el ÚNICO, el de verdad, el de los cielos como decía Nehemías. "Oré delante del Dios de los cielos". Los demás dioses están aquí con nosotros, están hechos a nuestra medida, los hemos creado nosotros, podemos colgarlos de la pared como adornos y hacerlos conservar en museos durante miles de años. Ayudan social y neurológicamente pero no pueden abrir el mar para que pasemos, ni salvar nuestro espíritu del polvo que cubrirá nuestros cuerpos para siempre. Por eso Nehemías oró a ti Señor, Dios de los cielos. Y no lo hizo a través de ningún intermediario, no lo hizo a través de la religión, ni a través de sus líderes, ni a través de rituales. Señor esta tarde hemos visto en Viaje a Darjeeling cómo los seres humanos todavía hoy usamos la religión exactamente como si fuesen fármacos. Tu nombre sin embargo, Padre, ha sido sostenido desde el origen de los tiempos no por la religión sino quizá a pesar de la religión, exclusivamente por tí y tu amado hijo. Desde el principio ha sido simple y pobre gente la que ha podido ser sorprendida directamente por tí, como Nehemías que no era experto en religión sino copero del rey pagano Artajerje. Como Nehemías, que en su ignorancia fue sorprendido por aquellas noticias, así somos nosotros sorprendidos por tí. Y a tí, en nuestro abatimiento, después de haber llorado y callado mucho, oramos, Padre: "Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oido y abiertos tus ojos para oir la oración de tu siervo, que hago ahora delante de tí dia y noche" (Nehemías 1, 5-6).

Comentarios

db ha dicho que…
A tí, y solo a tí, oramos

Entradas populares de este blog

buscar lo sublime

Deseos

Marcos 4, 35-41