introducción


"A ti, oh Jehová, levantaré mi alma" (Salmo 25,1)

Señor me gustaría bautizar este blog recordando aquella mujer con nombre de demonio a la que también salvaste tú, a aquella mujer que ha sido motivo de vergüenza aun para muchos creyentes a lo largo de los siglos, a pesar de que la elegiste precisamente a ella -una prostituta pagana- para que formase parte de tu linaje. Al verte amándola a ella no puedo dejar de maravillarme. Si hubieses escuchado la opinión de los teólogos y políticos más respetables seguramente no habrías permitido que un nombre así estubiese tan relacionado con tu imagen. Pero tú no eres como ellos. A ti te guía la justicia y el amor verdaderos. Lo hiciste sin oirles a ellos. ¿Querrás amarme también a mi como lo hiciste con ella?.

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