precisamente ella



Señor, tú conoces todas las cosas. Recuerdas también, estoy seguro, los detalles que yo mismo habré olvidado de cómo fue germinando en mí el deseo de tenerla a ella, cómo poco a poco iba esa idea tomando forma y cómo me esforcé durante años -contra viento y marea- en que ella fuese finalmente una realidad. Me acuerdo de cómo quise hacerlo sin tener en cuenta tu opinión y, Señor, sabes cuánto valoro que ella no haya pagado por eso. Sé Señor que, a pesar de nuestros esfuerzos, todo lo bueno que contiene el resultado, ha dependido directamente de ti. Has sido tú, Señor, quien lejos del alcance de nuestras mejores y peores intenciones, has ido formándola precisamente a ella, a esta pequeña y preciosa criatura tuya a la que hemos dado nombre de Érika. Sé, oh Padre, que has sido tú quien hiciste que una célula con otra fuese formando este milagro. Sé que, a día de hoy, sorteas con ella los peligros inherentes de esta vida. ¡Gracias, oh Dios, por poner allí dónde no llego yo!. Protege también a las otras personas que cuidan de ella y dales la sabiduría para hacerlo lo mejor posible. Protégela, oh Padre, como hasta ahora, y continúa cubriéndola allí donde mis deseos se frustran. Te lo pido, Padre amado, confiado en que entiendes lo que siento por ella y, consciente del delicado cuidado que tienes de mi... No me pasa desapercibido Padre, gracias, gracias, en el nombre de tu hijo Jesús. Amén.

Comentarios

Entradas populares de este blog

buscar lo sublime

Deseos

mi fortaleza y mi refugio