gran clamor del pueblo contra sus hermanos



"y los enemigos del hombre serán los de su casa" Mateo 10:36

Señor entiendo por lo que he podido leer en tu palabra que las dificultades a las que nos debemos enfrentar no siempre son provocadas necesariamente por los extraños. Ver a Nehemías, ocupado en proteger militarmente a Jerusalén del enemigo extranjero, teniendo al mismo tiempo que reprender a los nobles y oficiales del propio pueblo de Israel, me recuerda que en tu palabra llegas más lejos recordándonos aquello de: "No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca. Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa. Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá." (Mi.7:5-7). Esto me infunde una profunda sensación de terror y consolación al mismo tiempo. Terror no tanto por lo que esto dice de mis prójimos sino por lo que dice de mi con respecto a mis prójimos. Consolación, Padre, porque tu gobiernas sobre toda tu creación y sé que haces prevalecer la justicia. Padre, protege a mis prójimos de mi, guardame entre tus brazos, permíteme ser fiel a tu palabra y reflejo de tu luz en medio de todos ellos, para gloria y honor de tu precioso nombre. Amén.

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